Día en la Sierra

Ale, vamos a dejar plasmado el día en la Sierra del sábado (ayer), que no estuvo nada mal.
En su día me habían preguntado si podía hacer una gymkana de 9 a 12 en Navacerrada. Yo acepté encantado pensando que:

• Sería una gymkana para niños (que es lo normal).
• Que no suponía ningún esfuerzo especial (eran 3 horas de nada)

Al final resultó que los que iban a hacer la gymkana no eran niños, sino que eran empleados de la Escuela de Estudios Europeos de Salamanca. Y lo de que no supuso un esfuerzo especial no fue cierto desde el momento en que:

• Había que estar allí a las 08 de la mañana, con lo cual había q madrugar como si fuese un día laboral. Urgggg
  
• Si vas a pasar el día en el campo y tienes alergia primaveral lo normal es que lo pases mal. Bien por mi por no tenerlo en cuenta.
• No llegué a casa hasta las 7 de la tarde, totalmente molido de los paseos que nos dimos, y de estar todo el día bajo el sol. No pude más que meterme en casa y no hacer absolutamente nada de provecho hasta la mañana siguiente (hoy).

Y aquí acaban las sorpresas negativas. Todo lo demás, genial:

• Pasamos un día en una zona muy verde y con un sol maravilloso. Eso de pasar el día fuera de casa y con tan buena gente se agradece.
  
• La gymkana fue un éxito y la gente se portó muy bien, sin dar ni un solo problema. Salvo fallitos imprevisibles, todo el mundo hizo un magnífico trabajo:
  
  
• Nacho y Juan Carlos en la creación y ejecución de la gymkana
• Sus amigos Dani y compañia en la preparación de la comida para todo el mundo
• Los monitores: Luigy en la granja, Carmen la getafeña en el Reloj, Angel el amigo de Nacho en la tela de araña...
• Los salmantinos: Raquel que casi se fue de las ciénagas al río y cuyo barco no soportó ni la botadura; el italiano que no hacia más que hablar pero que no movía ni un dedo; Maria que aguantó durante varios minutos en una camilla hecha por palos y que por ello se llevó 7 doblones...
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La parte más vistosa fue la creación y botadura de los barcos. Ahora ya se como se ha de fabricar un barco para que no se hunda en los rápidos del río...

Y eso es todo. Por cierto, que salvo los motoristas que recorren el camino la zona es muy tranquila y se la recomiendo a todo el mundo porque está a tiro de piedra. Sólo hay que salir en la A-6 por la salida 39 (salida "puerto de navacerrada"), y continuar todo el rato por la M-601 hasta el Km 13,5. Allí nos encontramos a mano izquierda con el restaurante "La fonda Real" (que es donde comí con la gente del departamento de Automática de Industriales). Ese restaurante tiene a mano derecha el aparcamiento. Y un poco más a la derecha sale una pequeña carreterita asfaltada que te da de bruces contra una verja desde la que podemos acceder al monte y al embalse de Navacerrada. Muy fácil de llegar.

Bueno, el sábado que viene más sol, más gymkana, y más diversión.

Hasta entonces, Chimo.