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lunes, octubre 16, 2006

Jammil e Uma Noites

El sábado 14 cometimos el grave error de ir a cenar al mejor restaurante de la ciudad, el Katarino. Estaba tan lleno que nos tuvieron que meter en la planta de arriba, la planta que nunca pisamos. Ahi fuimos abandonados a nuestra suerte, marginados, la comida llegó tarde y mal hecha... Afortunadamente el restaurante katarino en sus horas más bajas es mil veces mejor que cualquier otro restaurante en su mejor momento.

En un giro inesperado, teníamos entradas para esa noche para el concierto de Jammil e Uma Noites. Llegamos al recinto e hicimos lo que hacen todos los brasileños. Dar una vuelta haciendo como que estábamos de paso para comprobar como estaba el tema. Tenía pinta de tormenta...
Pero las entradas estaban compradas, así que no ganábamos nada con no entrar.
Lo que vimos al entrar fue alucinante: había grupitos de gente danzando de un lado para otro como si fuesen indios alrededor de una hoguera. Los tios iban todos sin camiseta, luciendo sus pectorales, a cada cual más bestia.



El concierto empezaba a las 23.30. A la una todavía no había empezado, y ya nos estaba entrando el sueñecito. En esto que empieza el espectáculo, y simultaneamente se pone a llover a cántaros. El mayor éxito músical del año sonaba mientras todos nos calábamos hasta los huesos. Todo el mundo cantando, levantando los brazos, apenas veíamos mientras la lluvia nos empapaba la cara...¡Qué subidón de energía!. Aquello me recordaba a Encuentros en la tercera fase. Las luces del escenario apuntándo al público y deslumbrándonos, la lluvia cubriendolo todo, y la musiquilla de fondo. Maravilloso.

Luego nos juntamos con las niñas del viernes. Allí estaba la gran gran chica, que debía pesar 100 kilos y que llevaba en volandas a todos sus amigos. Como para que te de un pisotón...Cuando decidimos irnos a casa, cruzamos los dedos en silencio para que la chavalota no vienese con nosotros. Con el cochecito que tenemos, las cuestas que hay en Poços, y que alguien tenía que ir en las rodillas de alguien, ¡¡aquello iba a ser traumático!!
Nooo, al final fuimos unos poquitos en el coche y pudimos volver tranquilitos a casa.

¡Buenas noches!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Y yo me pregunto: ¿os dieron algo en la comida u os drogasteis por propia voluntad? El restaurante ese de prestigio los droga pa que todos salgan contentos. Vamos, que venga a llover y el Chimo extasiado rodeado de maromos sin camiseta y chapoteando en la lluvia, mientras unos focos enormes te dejan ciego. Y si encima quedais con las chicas de las que luego huis porque hay una hermosa que asusta... Menudo subidon tenias, majo. Un espectaculo envidiable...

Joaquín dijo...

La verdad es que no es muy agradable estar en un concierto en el que cada dos por tres se te cruza un maromo medio desnudo. Pero que le vamos a hacer, las chicas también van muy ligeritas de ropa. Es lo que tiene estar aqui en verano constante, y que la peña sea de educación física...

Anónimo dijo...

No disimules, que si te gusta refrotarte con hombretones semidesnudos no vamos a decir nada... Aqui la peña que sale no es toda de educacion fisica y las niñas tambien van semidesnudas y hace frio ¿algo falla? Si, nos faltan los hombretones... Asi que traete alguno si eso.

Anónimo dijo...

Pues yo creo que tampoco es tan difícil. Basta que te montes en un autobus abarrotado de gente...entre el calor que hace dentro que vas sudando como un pollo (ponen la calefacción para que no se empañen los critales y con la cantidad de gente que hay y lo que sudan y respiran se empañan igual, asi que suben la calefacción...un círculo vicioso), lo apretadito que vas por la mañana...eso sí, no todo son jovenzuelos de buen ver (de hecho, abundan más los viejo verdes), ni van medio desnudos. Ahora, la lluvia...por un estilo. Eso si, la música la pones tu

Joaquín dijo...

A mi me encanta ir en transporte público, pero seguramente se debe a que voy una vez al mes como mucho.
En el coche te estresas con el atasco, no te relacionas con nadie...
En el autobus te desentiendes del tráfico...ves como sube y baja la gente...te encuentras a gente joven, vieja, alta, baja..española y extranjera, hippies y yuppies...

Pero claro, cuando tardas una hora y media en hacer un trayecto que en coche son 15 minutos es para pensárselo...

A seguir disfrutando de la sauna pública. Besitos!

Anónimo dijo...

¡Pero qué jeta tienes, tío!

Dices que en el coche te estresas con el atasco... ¡si la que conduce es tu madre! Tú sólo tienes que poner el culo en el asiento...

En fin, está claro que los hay vagos, jajaja

Ale, a seguir sudando :-)