El visado de Brasil

Hoy he vuelto a visitar el consulado de asuntos externos de Brasil. Ha sido igual de entretenido que la vez anterior (veanse los siguientes artículos AQUÍ y AQUÍ).
Al menos esta vez la parte del certificado de penales se redujo a una visita al ministerio correspondiente: las otras dos visitas absurdas las hicieron mi compañero Oscar y un pobre mensajero).
Al ser (casi) Agosto en media hora me plantaba en la calle Maria de Guzman 58 (en Nuevos Ministerios). Todo un logro que en cualquier otra época del año me hubiese supuesto una hora y media fácil.
Además aparqué el coche en un parking público, con lo cual no me tuve que preocupar por la ORA y por las multas ni na de na...
Hasta aquí todo perfecto y saliendo a las mil maravillas. Pero atención, que nos acercamos al consulado, que es una fuente de absurdos y molestias.

1) Estando el edificio en orientación norte-sur, la cola se puede desplegar hacia el este o hacia el Oeste. Misteriosamente la gente se echa hacia el lado izquierdo, con lo cual nos vamos hacia el Este, que de momento es por donde sale el sol. Así que ahi nos ves a todos sudando como cerditos cuando al otro lado del edificio debía hacer una sombra muy rica...
En fin, que son las 9:30 y sólo queda media horita para que abran la puerta. Ya podrían abrir antes, pero bueno...
2) Abren religiosamente a las 10:00. La gente se va apiñando en la sala de espera, donde el caos comienza a conformarse. La segurata del turno de verano va dando número a la gente... a la gente que en su momento estuvo en la cola y a gente que acaba de entrar sin ponerse a la cola.
Yo me abalanzo sobre la segurata y consigo mi número, y me aseguro de que nadie se ponga físicamente entre mi cuerpo y el de la persona que en su día estaba delante mio.
Bueno, son las 10:01 y ya tengo mi número. Además veo que están las 3 funcionarias de siempre, con lo cual esto no debería ir más lento por ser verano...
3) Efectivamente la cosa no va más LENTA pero es que no va más rápida. Son las 11:45 (casi dos horas desde el punto anterior). Apenas 4 personas han pasado por taquilla. La cola para recoger documentos es otro caos absoluto, ya que no hay que coger número para esa cola y aquí el más listo coge antes su documento.
4) Bieennnnn. Son las 11:55 y apenas dos horas después de haber entrado en el edificio (2 horas y media desde que llegue al consulado), ya estoy delante de una funcionaria. Le explico a lo que he venido, y me manda a pagar las tasas. Interesante forma de funcionar, eh?. Después de hacer una cola caótica te tienes que salir, buscar la sucursal bancaria que te digan, y luego volver al edificio PARA COLARTE EN LA MISMA COLA DONDE ESTABAS ANTES y terminar el trámite.
5) Que guay, sólo hay que pagar 37,50€ y la sucursal está cerquita. Cuando vuelvo a la fila SIGUEN LOS MISMOS EN TAQUILLA QUE CUANDO ME FUI. ¿será porque he pagado las tasas muy rápidamente o porque aquí son un poquito lentos atendiendo? no se, no se...
6) ME CUELO e intento pagar las tasas. Las palabras de la funcionaria son: "Uyy, que tonta soy, si te he indicado unas tasas que no son". Pongo cara de poker y respondo educadamente por no responder otra cosa: "Ummm, no pasa nada, tranquila". Ale, me tengo que salir de nuevo del edificio para pagar otros 87,50€ y así sumar los 125€ de tasas para visados de negocios.
7) Ahora ya sólo tengo que COLARME otra vez en la cola donde hay gente que lleva ya sus dos horitas y que me miran con una cara de asco y de no entender que no veas.
Le explico a un jovencillo porque se le está colando todo el mundo y le doy ánimos: dentro de un rato le tocará colarse a él. Luego me pongo a ligar con la chica de detrás...lástima que me estoy colando y no va a haber oportunidades de seguir hablando...Pago mis tasas, me despido educadamente de la moza, y salgo libre como el viento con el resguardo correspondiente en el bolsillo.
Total: Unas 3 horas.
Próxima etapa del Tour de Brasil: El 14 de Agosto.

Uhhh, ¡¡que ganas tengo!!