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lunes, marzo 06, 2006

Las apariencias engañan...

Poços de Caldas, 05 de Marzo de 2006

Hola a todos.

Como ya sabéis, el domingo me desplacé a Poços de Caldas, en Brasil, para realizar la parte automática de una Unidad CIP (sistema de limpieza de los equipos de producción). Básicamente tengo que dejar instalados unos programas del tipo " Limpieza de la línea de envío de Actimel a la envasadora", "Limpieza de los tanques de fermentación de yogur"...Y que el operario, simplemente con arrancar estos programas, haga que los equipos se limpien ellos sólitos, sin ayuda de nadie. Es lo bonito de la automatización.
Pero bueno, para irle dando un toque brasileiro al asunto, llamaremos a estos programas "Limpeza da línea de envío de Actimel a enchidora" o " Limpeza dos tanques de fermentaçao do yogur"

El viaje me da para hablar durante un buen rato. Lo siento para los que no tengáis mucho tiempo...
Yo SÍ que tuve mucho tiempo para pasar en Barajas.
Nada más facturar nos dieron un vale para comer en el auto-servicio del aeropuerto. Así, sin pedirlo, sin quejarnos,directamente. Con lo agarradas que suelen las compañias aéreas. Lo que tú y yo no sabíamos es que el vuelo tenía un retraso extra de CUATRO horas en el Barajas Airport.
Normal que nos dieran un vale de comida. La verdad es que para ser un menú que en condiciones normales vale 19€, la comida estaba...mejor no le voy a dar nombre. Simplemente me compadezco de la gente que normalmente pague 19€ por eso que pusieron en el plato.
En el avión se sentó a mi lado una jovencita brasileira, a la que estuve dando la plasta para que me enseñara portugues. Tenía muy buen aspecto la chica. Pero las apariencias engañan...Para cuando salí del avión 9 horas y pico más tarde ya sabía dos cosas:
1) Que la chica estaba casada y tenía una hija de 7 años (esto me enseñará a desconfiar de las jovencitas brasileñas)
2) Que algo tenía la chica porque cada dos por tres se rascaba alguna parte de su cuerpo. De esto podemos concluir que o le dan alergia los chicos españoles, o tiene algún parásito que generosamente habrá compartido conmigo. Lo sabremos en días sucesivos.

El viaje de Sao Paulo a Poços de Caldas es en coche. Nos recogió un taxista de Danone y nos llevó directamente a la habitación del hotel. Total, 3 horas largas de viaje en carretera. La verdad es que Brasil parece un poco menos desarrollado que Europa. Más cutrecillo, más viejo todo, más desgastado. Eso sí, en realidad hoy en día vayas a donde vayas te encuentras las mismas industrias: el Carrefour y el McDonalds siguen ahi con las puertas abiertas...
Otra cosa curiosa es que aquí algunos coches no usan gasolina o gasóleo como combustible, sino gas natural. Os podéis imaginar mi preocupación cuando al llegar a la gasolinera abren el capó del coche, le meten un aguijón, y aquello empieza a soltar gas...Parecíamos una bombona andante...

El hotel me ha desilusionado un poco...no se si incluiros alguna foto o no. Aunque no está nada mal (tengo una habitación con 3 camas para mi solito), sigue teniendo ese aire de rancio y viejo que le quita glamour al asunto. Los muebles,el edificio, la decoración...todo parece de hace 15 años...Lo mejor es que tengo mucho espacio para mi solito, y que tengo unas vistas increibles del pueblo. Curioso, el baño también tiene unas vistas increibles. Supongo que desde la calle también tendrán unas vistas increibles de mi baño. Tendré que tener cuidadín...

Sección turística del email:
Poços de Caldas se encuentra enclavado dentro de lo que fue un volcan. Las calles suben y bajan por las laderas del interior, así que tiene un cierto aire a las calles de San Francisco. Pero también me recuerdan un poco a las montañas arboladas de Tennesse. Muchas cuestas, mucho espacio entre las casas, y muchos árboles cubriendo el espacio. Muy verde todo...

Lo que sí he notado a la fuerza son las diferencias con Arabia Saudí. Para empezar el vuelo...en vez de estar ocupado por hombres occidentales y sauditas rodeados por 2 o 3 cucarachas, ahora tenía a mi alrededor a chicas, chicos, familias "normales",risas, gritos...sin tensión. Así da gusto.
Y la aduana...En Arabia eramos centenas de personas esperando en la cola a que te revisase el visado un militar que no habla ni una pizquita de ingles. Decenas de soldados mirando que no hagas nada extraño. Revisiones del equipaje para que no metas en el pais ningún disco compacto, especialmente si trae canciones de la Tuna o programas para arrancar la producción de yogur. Ya se sabe que estos temas implican un riesgo en la seguridad nacional de Arabia saudí.
En Brasil, no. Una funcionaria coge tu formulario, le pone un sello sin apenas mirarlo, y adios. No ha durado el proceso ni 10 segundos.
Y ahora mismo en vez de encontrarme en un recinto fortificado, mirando por la ventana la infinitud del desierto, me encuentro plácidamente sentado en la habitación de mi hotel, con unos agradables tirando a calurosos 20ºC, vestido únicamente con unos pantalones cortos, y disfrutando de la brisa de la noche. Esto sí que es vida.

Luego os contaré más cosas. Para dentro de un mes ya no tendré nada nuevo que contaros, pero así son las cosas.


Besos y abrazos,

Chimo.

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